Six Sigma: Cómo evaluar y mejorar el control de calidad
- Nivel Sigma 3: Se necesita Ns 6-8 reglas o más, no es práctico para la mayoría de laboratorios clínicos. Los errores son clínicamente importantes
- Nivel Sigma 4: Regla CC simple con límites 2.5s o multiregla CC y Ns de 4-6
- Nivel Sigma 5: Regla CC simple con límites 2.5s y Ns de 2-3
- Nivel Sigma 6: Regla CC simple con límites 3.0s y N = 2
En consideración a lo anterior, si se superan las reglas de Westgard acorde al nivel Sigma, el proceso se valida y se considera viable. Por otro lado, si no las supera, el proceso será rechazado y deben tomarse acciones correctivas.
Conclusión
Al contribuir con la mejora de los procesos de laboratorio clínico, la metodología Six Sigma contribuye a realizar pruebas con resultados más confiables y oportunos. Así mismo, permite evaluar el control de calidad de manera global, buscando reducir al máximo los errores posibles. Por ende, su implementación debe considerarse siempre y cuando sea viable, ya que su aporte es clínicamente relevante para el diagnóstico de los pacientes.
¿Deseas saber más sobre lo último en tecnología para diagnósticos? Te invitamos a leer nuestro blog.


Para evaluar de manera global los procedimientos del laboratorio clínico, la metodología Six Sigma emplea datos obtenidos durante los protocolos de verificación de la calidad. Por ello, agrupa los conceptos de control de calidad, calidad analítica y errores permitidos.
Así mismo, la fórmula de la Métrica Sigma permite estimar, de manera estadística, un valor numérico para el porcentaje de éxitos. Tal como se aprecia en la Figura 2, la fórmula toma en consideración los siguientes datos:
- Precisión (CV)
- Sesgo (Bias)
- Error total permitido (TEa)
Aclaración. El error total permitido agrupa el error sistemático, asociado a la precisión, y el error aleatorio, asociado al sesgo y la veracidad.
Finalmente, la Métrica Sigma del laboratorio clínico sea aceptable, debe alcanzar al menos el nivel 4 del modelo Six Sigma. De lo contrario, deberán tomarse acciones correctivas, considerando el área en donde se estén cometiendo más errores.
Verificación mediante las reglas de Westgard
Para evaluar el comportamiento de los procedimientos del laboratorio clínico se deben aplicar las reglas de Westgard.
En ese sentido, la cantidad de reglas a aplicarse varía según el nivel en el modelo de Westgard obtenido a partir de la Métrica Sigma:
- Nivel Sigma 3: Se necesita Ns 6-8 reglas o más, no es práctico para la mayoría de laboratorios clínicos. Los errores son clínicamente importantes
- Nivel Sigma 4: Regla CC simple con límites 2.5s o multiregla CC y Ns de 4-6
- Nivel Sigma 5: Regla CC simple con límites 2.5s y Ns de 2-3
- Nivel Sigma 6: Regla CC simple con límites 3.0s y N = 2
En consideración a lo anterior, si se superan las reglas de Westgard acorde al nivel Sigma, el proceso se valida y se considera viable. Por otro lado, si no las supera, el proceso será rechazado y deben tomarse acciones correctivas.
Conclusión
Al contribuir con la mejora de los procesos de laboratorio clínico, la metodología Six Sigma contribuye a realizar pruebas con resultados más confiables y oportunos. Así mismo, permite evaluar el control de calidad de manera global, buscando reducir al máximo los errores posibles. Por ende, su implementación debe considerarse siempre y cuando sea viable, ya que su aporte es clínicamente relevante para el diagnóstico de los pacientes.
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- Correcta verificación de métodos
- Registro de trazabilidad
- Lote de control perdurable en el tiempo
- Indicadores mensuales de precisión y sesgo
- Participar en un programa de control de calidad interno interlaboratorial
- Estandarización de procesos
- Evaluación constante
También se debe tener un alto grado de conocimiento sobre el requisito de calidad, pues este será determinante para las valoraciones de nuestros procesos.
Aplicación de metodología Six Sigma en laboratorio clínico

Para evaluar de manera global los procedimientos del laboratorio clínico, la metodología Six Sigma emplea datos obtenidos durante los protocolos de verificación de la calidad. Por ello, agrupa los conceptos de control de calidad, calidad analítica y errores permitidos.
Así mismo, la fórmula de la Métrica Sigma permite estimar, de manera estadística, un valor numérico para el porcentaje de éxitos. Tal como se aprecia en la Figura 2, la fórmula toma en consideración los siguientes datos:
- Precisión (CV)
- Sesgo (Bias)
- Error total permitido (TEa)
Aclaración. El error total permitido agrupa el error sistemático, asociado a la precisión, y el error aleatorio, asociado al sesgo y la veracidad.
Finalmente, la Métrica Sigma del laboratorio clínico sea aceptable, debe alcanzar al menos el nivel 4 del modelo Six Sigma. De lo contrario, deberán tomarse acciones correctivas, considerando el área en donde se estén cometiendo más errores.
Verificación mediante las reglas de Westgard
Para evaluar el comportamiento de los procedimientos del laboratorio clínico se deben aplicar las reglas de Westgard.
En ese sentido, la cantidad de reglas a aplicarse varía según el nivel en el modelo de Westgard obtenido a partir de la Métrica Sigma:
- Nivel Sigma 3: Se necesita Ns 6-8 reglas o más, no es práctico para la mayoría de laboratorios clínicos. Los errores son clínicamente importantes
- Nivel Sigma 4: Regla CC simple con límites 2.5s o multiregla CC y Ns de 4-6
- Nivel Sigma 5: Regla CC simple con límites 2.5s y Ns de 2-3
- Nivel Sigma 6: Regla CC simple con límites 3.0s y N = 2
En consideración a lo anterior, si se superan las reglas de Westgard acorde al nivel Sigma, el proceso se valida y se considera viable. Por otro lado, si no las supera, el proceso será rechazado y deben tomarse acciones correctivas.
Conclusión
Al contribuir con la mejora de los procesos de laboratorio clínico, la metodología Six Sigma contribuye a realizar pruebas con resultados más confiables y oportunos. Así mismo, permite evaluar el control de calidad de manera global, buscando reducir al máximo los errores posibles. Por ende, su implementación debe considerarse siempre y cuando sea viable, ya que su aporte es clínicamente relevante para el diagnóstico de los pacientes.
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Para determinar ello, la aplicación de la metodología Six Sigma en laboratorio clínico se relaciona directamente al requisito de calidad. Por consiguiente, agrupa los conceptos de error aleatorio, error sistemático, precisión, sesgo y veracidad, para realizar una valoración global de los procedimientos.
Requerimientos para la aplicación de Six Sigma
La metodología Six Sigma es el último paso para evaluar la eficiencia y calidad del laboratorio clínico. Esto quiere decir que se realiza luego de todos los protocolos de control de calidad que se tenga establecidos.
Así mismo, para su correcta aplicación, se recomienda contar con lo siguiente:
- Correcta verificación de métodos
- Registro de trazabilidad
- Lote de control perdurable en el tiempo
- Indicadores mensuales de precisión y sesgo
- Participar en un programa de control de calidad interno interlaboratorial
- Estandarización de procesos
- Evaluación constante
También se debe tener un alto grado de conocimiento sobre el requisito de calidad, pues este será determinante para las valoraciones de nuestros procesos.
Aplicación de metodología Six Sigma en laboratorio clínico

Para evaluar de manera global los procedimientos del laboratorio clínico, la metodología Six Sigma emplea datos obtenidos durante los protocolos de verificación de la calidad. Por ello, agrupa los conceptos de control de calidad, calidad analítica y errores permitidos.
Así mismo, la fórmula de la Métrica Sigma permite estimar, de manera estadística, un valor numérico para el porcentaje de éxitos. Tal como se aprecia en la Figura 2, la fórmula toma en consideración los siguientes datos:
- Precisión (CV)
- Sesgo (Bias)
- Error total permitido (TEa)
Aclaración. El error total permitido agrupa el error sistemático, asociado a la precisión, y el error aleatorio, asociado al sesgo y la veracidad.
Finalmente, la Métrica Sigma del laboratorio clínico sea aceptable, debe alcanzar al menos el nivel 4 del modelo Six Sigma. De lo contrario, deberán tomarse acciones correctivas, considerando el área en donde se estén cometiendo más errores.
Verificación mediante las reglas de Westgard
Para evaluar el comportamiento de los procedimientos del laboratorio clínico se deben aplicar las reglas de Westgard.
En ese sentido, la cantidad de reglas a aplicarse varía según el nivel en el modelo de Westgard obtenido a partir de la Métrica Sigma:
- Nivel Sigma 3: Se necesita Ns 6-8 reglas o más, no es práctico para la mayoría de laboratorios clínicos. Los errores son clínicamente importantes
- Nivel Sigma 4: Regla CC simple con límites 2.5s o multiregla CC y Ns de 4-6
- Nivel Sigma 5: Regla CC simple con límites 2.5s y Ns de 2-3
- Nivel Sigma 6: Regla CC simple con límites 3.0s y N = 2
En consideración a lo anterior, si se superan las reglas de Westgard acorde al nivel Sigma, el proceso se valida y se considera viable. Por otro lado, si no las supera, el proceso será rechazado y deben tomarse acciones correctivas.
Conclusión
Al contribuir con la mejora de los procesos de laboratorio clínico, la metodología Six Sigma contribuye a realizar pruebas con resultados más confiables y oportunos. Así mismo, permite evaluar el control de calidad de manera global, buscando reducir al máximo los errores posibles. Por ende, su implementación debe considerarse siempre y cuando sea viable, ya que su aporte es clínicamente relevante para el diagnóstico de los pacientes.
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Para un óptimo diagnóstico de los pacientes se requiere de pruebas con resultados de alta precisión y veracidad. En ese sentido, la metodología Six Sigma es gran relevancia, ya que su aplicación en laboratorio clínico permite evaluar el control de calidad.
La metodología Six Sigma, o Seis Sigma en español, tiene como propósito la mejora de los procesos, al reducir la variabilidad de los mismos.
En laboratorio clínico, su aplicación mide objetiva y cuantitativamente el desempeño del control de calidad, de manera global, facilitando la identificación de errores. Por lo tanto, sus resultados contribuyen a la toma de acciones correctivas.
El modelo de Six Sigma se basa en 6 niveles, siendo el nivel 6 el más cercano a la perfección. Por su parte, en cuanto a laboratorio clínico, el mínimo recomendable es alcanzar el nivel 4. Este nivel cuenta con una eficiencia del 99,994%, con un máximo de 6.210 errores por millón.

Para determinar ello, la aplicación de la metodología Six Sigma en laboratorio clínico se relaciona directamente al requisito de calidad. Por consiguiente, agrupa los conceptos de error aleatorio, error sistemático, precisión, sesgo y veracidad, para realizar una valoración global de los procedimientos.
Requerimientos para la aplicación de Six Sigma
La metodología Six Sigma es el último paso para evaluar la eficiencia y calidad del laboratorio clínico. Esto quiere decir que se realiza luego de todos los protocolos de control de calidad que se tenga establecidos.
Así mismo, para su correcta aplicación, se recomienda contar con lo siguiente:
- Correcta verificación de métodos
- Registro de trazabilidad
- Lote de control perdurable en el tiempo
- Indicadores mensuales de precisión y sesgo
- Participar en un programa de control de calidad interno interlaboratorial
- Estandarización de procesos
- Evaluación constante
También se debe tener un alto grado de conocimiento sobre el requisito de calidad, pues este será determinante para las valoraciones de nuestros procesos.
Aplicación de metodología Six Sigma en laboratorio clínico

Para evaluar de manera global los procedimientos del laboratorio clínico, la metodología Six Sigma emplea datos obtenidos durante los protocolos de verificación de la calidad. Por ello, agrupa los conceptos de control de calidad, calidad analítica y errores permitidos.
Así mismo, la fórmula de la Métrica Sigma permite estimar, de manera estadística, un valor numérico para el porcentaje de éxitos. Tal como se aprecia en la Figura 2, la fórmula toma en consideración los siguientes datos:
- Precisión (CV)
- Sesgo (Bias)
- Error total permitido (TEa)
Aclaración. El error total permitido agrupa el error sistemático, asociado a la precisión, y el error aleatorio, asociado al sesgo y la veracidad.
Finalmente, la Métrica Sigma del laboratorio clínico sea aceptable, debe alcanzar al menos el nivel 4 del modelo Six Sigma. De lo contrario, deberán tomarse acciones correctivas, considerando el área en donde se estén cometiendo más errores.
Verificación mediante las reglas de Westgard
Para evaluar el comportamiento de los procedimientos del laboratorio clínico se deben aplicar las reglas de Westgard.
En ese sentido, la cantidad de reglas a aplicarse varía según el nivel en el modelo de Westgard obtenido a partir de la Métrica Sigma:
- Nivel Sigma 3: Se necesita Ns 6-8 reglas o más, no es práctico para la mayoría de laboratorios clínicos. Los errores son clínicamente importantes
- Nivel Sigma 4: Regla CC simple con límites 2.5s o multiregla CC y Ns de 4-6
- Nivel Sigma 5: Regla CC simple con límites 2.5s y Ns de 2-3
- Nivel Sigma 6: Regla CC simple con límites 3.0s y N = 2
En consideración a lo anterior, si se superan las reglas de Westgard acorde al nivel Sigma, el proceso se valida y se considera viable. Por otro lado, si no las supera, el proceso será rechazado y deben tomarse acciones correctivas.
Conclusión
Al contribuir con la mejora de los procesos de laboratorio clínico, la metodología Six Sigma contribuye a realizar pruebas con resultados más confiables y oportunos. Así mismo, permite evaluar el control de calidad de manera global, buscando reducir al máximo los errores posibles. Por ende, su implementación debe considerarse siempre y cuando sea viable, ya que su aporte es clínicamente relevante para el diagnóstico de los pacientes.
¿Deseas saber más sobre lo último en tecnología para diagnósticos? Te invitamos a leer nuestro blog.

Para un óptimo diagnóstico de los pacientes se requiere de pruebas con resultados de alta precisión y veracidad. En ese sentido, la metodología Six Sigma es gran relevancia, ya que su aplicación en laboratorio clínico permite evaluar el control de calidad.
La metodología Six Sigma, o Seis Sigma en español, tiene como propósito la mejora de los procesos, al reducir la variabilidad de los mismos.
En laboratorio clínico, su aplicación mide objetiva y cuantitativamente el desempeño del control de calidad, de manera global, facilitando la identificación de errores. Por lo tanto, sus resultados contribuyen a la toma de acciones correctivas.
El modelo de Six Sigma se basa en 6 niveles, siendo el nivel 6 el más cercano a la perfección. Por su parte, en cuanto a laboratorio clínico, el mínimo recomendable es alcanzar el nivel 4. Este nivel cuenta con una eficiencia del 99,994%, con un máximo de 6.210 errores por millón.

Para determinar ello, la aplicación de la metodología Six Sigma en laboratorio clínico se relaciona directamente al requisito de calidad. Por consiguiente, agrupa los conceptos de error aleatorio, error sistemático, precisión, sesgo y veracidad, para realizar una valoración global de los procedimientos.
Requerimientos para la aplicación de Six Sigma
La metodología Six Sigma es el último paso para evaluar la eficiencia y calidad del laboratorio clínico. Esto quiere decir que se realiza luego de todos los protocolos de control de calidad que se tenga establecidos.
Así mismo, para su correcta aplicación, se recomienda contar con lo siguiente:
- Correcta verificación de métodos
- Registro de trazabilidad
- Lote de control perdurable en el tiempo
- Indicadores mensuales de precisión y sesgo
- Participar en un programa de control de calidad interno interlaboratorial
- Estandarización de procesos
- Evaluación constante
También se debe tener un alto grado de conocimiento sobre el requisito de calidad, pues este será determinante para las valoraciones de nuestros procesos.
Aplicación de metodología Six Sigma en laboratorio clínico

Para evaluar de manera global los procedimientos del laboratorio clínico, la metodología Six Sigma emplea datos obtenidos durante los protocolos de verificación de la calidad. Por ello, agrupa los conceptos de control de calidad, calidad analítica y errores permitidos.
Así mismo, la fórmula de la Métrica Sigma permite estimar, de manera estadística, un valor numérico para el porcentaje de éxitos. Tal como se aprecia en la Figura 2, la fórmula toma en consideración los siguientes datos:
- Precisión (CV)
- Sesgo (Bias)
- Error total permitido (TEa)
Aclaración. El error total permitido agrupa el error sistemático, asociado a la precisión, y el error aleatorio, asociado al sesgo y la veracidad.
Finalmente, la Métrica Sigma del laboratorio clínico sea aceptable, debe alcanzar al menos el nivel 4 del modelo Six Sigma. De lo contrario, deberán tomarse acciones correctivas, considerando el área en donde se estén cometiendo más errores.
Verificación mediante las reglas de Westgard
Para evaluar el comportamiento de los procedimientos del laboratorio clínico se deben aplicar las reglas de Westgard.
En ese sentido, la cantidad de reglas a aplicarse varía según el nivel en el modelo de Westgard obtenido a partir de la Métrica Sigma:
- Nivel Sigma 3: Se necesita Ns 6-8 reglas o más, no es práctico para la mayoría de laboratorios clínicos. Los errores son clínicamente importantes
- Nivel Sigma 4: Regla CC simple con límites 2.5s o multiregla CC y Ns de 4-6
- Nivel Sigma 5: Regla CC simple con límites 2.5s y Ns de 2-3
- Nivel Sigma 6: Regla CC simple con límites 3.0s y N = 2
En consideración a lo anterior, si se superan las reglas de Westgard acorde al nivel Sigma, el proceso se valida y se considera viable. Por otro lado, si no las supera, el proceso será rechazado y deben tomarse acciones correctivas.
Conclusión
Al contribuir con la mejora de los procesos de laboratorio clínico, la metodología Six Sigma contribuye a realizar pruebas con resultados más confiables y oportunos. Así mismo, permite evaluar el control de calidad de manera global, buscando reducir al máximo los errores posibles. Por ende, su implementación debe considerarse siempre y cuando sea viable, ya que su aporte es clínicamente relevante para el diagnóstico de los pacientes.
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