VPH: La importancia de su diagnóstico para combatir el cáncer de cuello uterino

1. Tamizaje
El tamizaje puede realizarse mediante 2 metodologías: Citología cervical o Papanicolau (PAP) y Pruebas Moleculares (DNA-VPH). Se debe aplicar solo una metodología de tamizaje, según el equipamiento que se posea en el centro de salud, considerando el proceso de triaje que se realizará luego de tamizar (visualizar cuadro).
1.1. Citología cervical o Papanicolau (PAP):
Metodología que analiza células de cuello uterino (células escamosas) para identificar anormalidades.
La obtención de las células de cuello uterino se realiza con hisopo, cepillo o espátula, que luego se colocan en una lámina; tras ello son fijadas, se tiñen y se procede a examinar las células mediante el microscopio (labor que debe ser realizada por un patólogo o citólogo).
Su sensibilidad para identificar lesiones precancerosas (CIN 2 y CIN 3) y cáncer de cuello uterino es limitada.
1.2. Pruebas Moleculares (DNA-VPH):
Esta es la metodología de tamizaje recomendada por la OMS.
Cuenta con mayor sensibilidad para la detección de CIN 2 y CIN 3 en comparación a la citología. Según una publicación en Annals of Internal Medicine (Ann Intern Med), del American College of Physicians (ACP), las pruebas DNA-VPH podrían llegar a ser incluso hasta un 100% más efectivas para identificar casos de CIN 2 y CIN 3, que la citología.
Adicionalmente, las DNA-VPH facilitan la posibilidad de autotoma y tiene un alto nivel de automatización.
2. Triaje
Se debe optar por un solo proceso de triaje, a partir de la metodología de tamizaje que se empleó (revisar cuadro) en consideración al equipamiento con el que cuenta en el centro de salud.
2.1. Colposcopia:
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por PAP o por DNA-VPH.
Consiste en una inspección visual del cuello uterino (realizada por un ginecólogo), con un aumento bajo, empleando un colposcopio o a simple vista. Generalmente se aplica ácido acético (3% a 5%) o yoduro de Lugol en la zona de trasformación del cérvix.
El tejido de cuello uterino con lesiones presentará una tonalidad blanca (acetoblanqueamiento) o no teñido (yoduro), tras la aplicación de los químicos.
2.1. Inspección Visual con Ácido Acético (IVAA):
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por DNA-VPH.
Cuando una inspección visual por colposcopía emplea ácido acético (3% a 5%) pasa a llamarse IVAA.
Las lesiones en el cuello uterino se identificarán por presentar un color blanquecino.
2.2. VPH 16/18+:
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por DNA-VPH.
Esta metodología es una prueba de genotipificación de la variedad de VPH presente en la paciente, para identificar si se trata de los genotipos 16 o 18, los cuales están clasificados como VPH AR.
2.3. Citología:
Si bien se puede recurrir a esta metodología para tamizar, también se la puede utilizar como método de triaje, luego del tamizaje por DNA-VPH.
Poder realizar un confiable tamizaje y triaje para identificar el cuadro de VPH que presentan las pacientes es gran importancia, ya que, a través de estos procedimientos, en caso de VPH AR, se puede monitorear el estado de la CIN, con lo cual el personal de salud podrá evaluar vías de tratamiento o monitoreo continuo para evaluar su progresión o regresión con respecto a un posible caso de cáncer de cuello uterino.

La información de este artículo fue compartida en nuestro webinar: La infección por VPH y las herramientas para el tamizaje del cáncer de cuello uterino, impartido por Luciana G. Gentil, PH.D., Gerente de Asuntos Científicos para Latinoamérica de Abbott. Puedes ver el webinar completo en el siguiente enlace.
La organización de este webinar es parte de la contribución al desarrollo de la salud del Perú de Sistemas Analíticos. Puedes ver más contenido como este y enterarte sobre nuestros próximos webinar siguiéndonos en nuestras redes sociales.
No se puede actuar ante lo que no se ha diagnosticado. Para contribuir a la prevención, monitoreo y tratamiento del cáncer de cuello uterino, se requiere contar con análisis de alta confiabilidad para casos de infección por virus de papiloma humano (VPH) en mujeres, los cuales están relacionados con hasta el 99% de casos de cáncer de cuello uterino.
De los 180 genotipos de VPH, 30 – 40 son patogénicos para humanos. Estos se dividen en 2 grupos: VPH de bajo riesgo (BR) y VPH de alto riesgo (AR).
La infección por VPH BR normalmente puede ser combatida por el sistema inmunitario sin necesidad de tratamiento y podría manifestar lesiones benignas. También se consideran dentro de este grupo a los tipos de VPH 6 y 11, los cuales pueden provocar condiloma.
Por otro lado, la infección por VPH AR está asociada con cáncer de cuello uterino o con sus precursores inmediatos (lesiones cervicales de alto grado). Estos genotipos son los 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 59, 66 y 68; y contribuyen con el 95 – 99% del cáncer cervical.
Infección por VPH de alto riesgo
Si la paciente presenta infección por VPH AR, este producirá una Neoplasia Intraepitelial Cervical (CIN), la cual puede ser clasificada en 3 grados (CIN 1, CIN 2 y CIN 3) según su gravedad; siendo la CIN 1 la de menor riesgo de progresar a cáncer invasivo y la CIN 3, la de mayor riesgo.
Dependiendo del grado de la CIN, la infección por VPH tiene distintas probabilidades de regresión, persistencia, progresión a CIN 3 (para los casos de CIN 1 y 2) y progresión a cáncer invasivo, tal como se muestra en el siguiente cuadro.

Lograr un adecuado diagnóstico del cuadro de VPH, es necesario para identificar el tipo de lesiones de cuello uterino que presentan las pacientes, según lo cual se puede monitorear las posibilidades de progresión de VPH a cáncer y evaluar vías de tratamiento.
Metodologías para el tamizaje y triaje de infección por VPH
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el siguiente procedimiento frente al VPH: Tamizar, triaje y tratamiento. Las metodologías de tamizaje y triaje, así como la secuencia en que es viable su realización se detallan en el siguiente gráfico.

1. Tamizaje
El tamizaje puede realizarse mediante 2 metodologías: Citología cervical o Papanicolau (PAP) y Pruebas Moleculares (DNA-VPH). Se debe aplicar solo una metodología de tamizaje, según el equipamiento que se posea en el centro de salud, considerando el proceso de triaje que se realizará luego de tamizar (visualizar cuadro).
1.1. Citología cervical o Papanicolau (PAP):
Metodología que analiza células de cuello uterino (células escamosas) para identificar anormalidades.
La obtención de las células de cuello uterino se realiza con hisopo, cepillo o espátula, que luego se colocan en una lámina; tras ello son fijadas, se tiñen y se procede a examinar las células mediante el microscopio (labor que debe ser realizada por un patólogo o citólogo).
Su sensibilidad para identificar lesiones precancerosas (CIN 2 y CIN 3) y cáncer de cuello uterino es limitada.
1.2. Pruebas Moleculares (DNA-VPH):
Esta es la metodología de tamizaje recomendada por la OMS.
Cuenta con mayor sensibilidad para la detección de CIN 2 y CIN 3 en comparación a la citología. Según una publicación en Annals of Internal Medicine (Ann Intern Med), del American College of Physicians (ACP), las pruebas DNA-VPH podrían llegar a ser incluso hasta un 100% más efectivas para identificar casos de CIN 2 y CIN 3, que la citología.
Adicionalmente, las DNA-VPH facilitan la posibilidad de autotoma y tiene un alto nivel de automatización.
2. Triaje
Se debe optar por un solo proceso de triaje, a partir de la metodología de tamizaje que se empleó (revisar cuadro) en consideración al equipamiento con el que cuenta en el centro de salud.
2.1. Colposcopia:
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por PAP o por DNA-VPH.
Consiste en una inspección visual del cuello uterino (realizada por un ginecólogo), con un aumento bajo, empleando un colposcopio o a simple vista. Generalmente se aplica ácido acético (3% a 5%) o yoduro de Lugol en la zona de trasformación del cérvix.
El tejido de cuello uterino con lesiones presentará una tonalidad blanca (acetoblanqueamiento) o no teñido (yoduro), tras la aplicación de los químicos.
2.1. Inspección Visual con Ácido Acético (IVAA):
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por DNA-VPH.
Cuando una inspección visual por colposcopía emplea ácido acético (3% a 5%) pasa a llamarse IVAA.
Las lesiones en el cuello uterino se identificarán por presentar un color blanquecino.
2.2. VPH 16/18+:
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por DNA-VPH.
Esta metodología es una prueba de genotipificación de la variedad de VPH presente en la paciente, para identificar si se trata de los genotipos 16 o 18, los cuales están clasificados como VPH AR.
2.3. Citología:
Si bien se puede recurrir a esta metodología para tamizar, también se la puede utilizar como método de triaje, luego del tamizaje por DNA-VPH.
Poder realizar un confiable tamizaje y triaje para identificar el cuadro de VPH que presentan las pacientes es gran importancia, ya que, a través de estos procedimientos, en caso de VPH AR, se puede monitorear el estado de la CIN, con lo cual el personal de salud podrá evaluar vías de tratamiento o monitoreo continuo para evaluar su progresión o regresión con respecto a un posible caso de cáncer de cuello uterino.

La información de este artículo fue compartida en nuestro webinar: La infección por VPH y las herramientas para el tamizaje del cáncer de cuello uterino, impartido por Luciana G. Gentil, PH.D., Gerente de Asuntos Científicos para Latinoamérica de Abbott. Puedes ver el webinar completo en el siguiente enlace.
La organización de este webinar es parte de la contribución al desarrollo de la salud del Perú de Sistemas Analíticos. Puedes ver más contenido como este y enterarte sobre nuestros próximos webinar siguiéndonos en nuestras redes sociales.
No se puede actuar ante lo que no se ha diagnosticado. Para contribuir a la prevención, monitoreo y tratamiento del cáncer de cuello uterino, se requiere contar con análisis de alta confiabilidad para casos de infección por virus de papiloma humano (VPH) en mujeres, los cuales están relacionados con hasta el 99% de casos de cáncer de cuello uterino.
De los 180 genotipos de VPH, 30 – 40 son patogénicos para humanos. Estos se dividen en 2 grupos: VPH de bajo riesgo (BR) y VPH de alto riesgo (AR).
La infección por VPH BR normalmente puede ser combatida por el sistema inmunitario sin necesidad de tratamiento y podría manifestar lesiones benignas. También se consideran dentro de este grupo a los tipos de VPH 6 y 11, los cuales pueden provocar condiloma.
Por otro lado, la infección por VPH AR está asociada con cáncer de cuello uterino o con sus precursores inmediatos (lesiones cervicales de alto grado). Estos genotipos son los 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 59, 66 y 68; y contribuyen con el 95 – 99% del cáncer cervical.
Infección por VPH de alto riesgo
Si la paciente presenta infección por VPH AR, este producirá una Neoplasia Intraepitelial Cervical (CIN), la cual puede ser clasificada en 3 grados (CIN 1, CIN 2 y CIN 3) según su gravedad; siendo la CIN 1 la de menor riesgo de progresar a cáncer invasivo y la CIN 3, la de mayor riesgo.
Dependiendo del grado de la CIN, la infección por VPH tiene distintas probabilidades de regresión, persistencia, progresión a CIN 3 (para los casos de CIN 1 y 2) y progresión a cáncer invasivo, tal como se muestra en el siguiente cuadro.

Lograr un adecuado diagnóstico del cuadro de VPH, es necesario para identificar el tipo de lesiones de cuello uterino que presentan las pacientes, según lo cual se puede monitorear las posibilidades de progresión de VPH a cáncer y evaluar vías de tratamiento.
Metodologías para el tamizaje y triaje de infección por VPH
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el siguiente procedimiento frente al VPH: Tamizar, triaje y tratamiento. Las metodologías de tamizaje y triaje, así como la secuencia en que es viable su realización se detallan en el siguiente gráfico.

1. Tamizaje
El tamizaje puede realizarse mediante 2 metodologías: Citología cervical o Papanicolau (PAP) y Pruebas Moleculares (DNA-VPH). Se debe aplicar solo una metodología de tamizaje, según el equipamiento que se posea en el centro de salud, considerando el proceso de triaje que se realizará luego de tamizar (visualizar cuadro).
1.1. Citología cervical o Papanicolau (PAP):
Metodología que analiza células de cuello uterino (células escamosas) para identificar anormalidades.
La obtención de las células de cuello uterino se realiza con hisopo, cepillo o espátula, que luego se colocan en una lámina; tras ello son fijadas, se tiñen y se procede a examinar las células mediante el microscopio (labor que debe ser realizada por un patólogo o citólogo).
Su sensibilidad para identificar lesiones precancerosas (CIN 2 y CIN 3) y cáncer de cuello uterino es limitada.
1.2. Pruebas Moleculares (DNA-VPH):
Esta es la metodología de tamizaje recomendada por la OMS.
Cuenta con mayor sensibilidad para la detección de CIN 2 y CIN 3 en comparación a la citología. Según una publicación en Annals of Internal Medicine (Ann Intern Med), del American College of Physicians (ACP), las pruebas DNA-VPH podrían llegar a ser incluso hasta un 100% más efectivas para identificar casos de CIN 2 y CIN 3, que la citología.
Adicionalmente, las DNA-VPH facilitan la posibilidad de autotoma y tiene un alto nivel de automatización.
2. Triaje
Se debe optar por un solo proceso de triaje, a partir de la metodología de tamizaje que se empleó (revisar cuadro) en consideración al equipamiento con el que cuenta en el centro de salud.
2.1. Colposcopia:
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por PAP o por DNA-VPH.
Consiste en una inspección visual del cuello uterino (realizada por un ginecólogo), con un aumento bajo, empleando un colposcopio o a simple vista. Generalmente se aplica ácido acético (3% a 5%) o yoduro de Lugol en la zona de trasformación del cérvix.
El tejido de cuello uterino con lesiones presentará una tonalidad blanca (acetoblanqueamiento) o no teñido (yoduro), tras la aplicación de los químicos.
2.1. Inspección Visual con Ácido Acético (IVAA):
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por DNA-VPH.
Cuando una inspección visual por colposcopía emplea ácido acético (3% a 5%) pasa a llamarse IVAA.
Las lesiones en el cuello uterino se identificarán por presentar un color blanquecino.
2.2. VPH 16/18+:
Como metodología de triaje, puede realizarse luego del tamizaje por DNA-VPH.
Esta metodología es una prueba de genotipificación de la variedad de VPH presente en la paciente, para identificar si se trata de los genotipos 16 o 18, los cuales están clasificados como VPH AR.
2.3. Citología:
Si bien se puede recurrir a esta metodología para tamizar, también se la puede utilizar como método de triaje, luego del tamizaje por DNA-VPH.
Poder realizar un confiable tamizaje y triaje para identificar el cuadro de VPH que presentan las pacientes es gran importancia, ya que, a través de estos procedimientos, en caso de VPH AR, se puede monitorear el estado de la CIN, con lo cual el personal de salud podrá evaluar vías de tratamiento o monitoreo continuo para evaluar su progresión o regresión con respecto a un posible caso de cáncer de cuello uterino.

La información de este artículo fue compartida en nuestro webinar: La infección por VPH y las herramientas para el tamizaje del cáncer de cuello uterino, impartido por Luciana G. Gentil, PH.D., Gerente de Asuntos Científicos para Latinoamérica de Abbott. Puedes ver el webinar completo en el siguiente enlace.
La organización de este webinar es parte de la contribución al desarrollo de la salud del Perú de Sistemas Analíticos. Puedes ver más contenido como este y enterarte sobre nuestros próximos webinar siguiéndonos en nuestras redes sociales.